Una semana después sigo con una sonrisa de oreja a oreja al pensar en Albarracín. Este año el curso ha sido una experiencia excepcional para mi, un tiempo de reencuentros y descubrimientos. Gracias a las invitadas, a sus increíbles trabajos y presentaciones, pero sobre todo gracias a las extraordinarias conexiones que hemos creado entre los participantes.
La temática del curso era la duda y el taller que hice fue el de Violeta Lopiz. Quien nos envió una serie de curiosas tareas para empezar a dudar antes de tiempo. El objetivo de su taller fue realizar nuestro propio autorretrato en forma de acordeón. Por un lado del mismo debíamos representar a nuestros ancestros (con formas geométricas) y por otro crear diferentes collages a partir de fotos de nuestras caras diciendo sí, no, tal vez.
Estos dos últimos dibujos son retratos que me hicieron y con los que me obsequiaron mis compañeros :)
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